CASÍN D.O.P.
El queso Casín tiene su origen en los municipios de Caso y Sobrescobio, en el Parque Natural de Redes, y recientemente se ha extendido al municipio de Piloña. El queso Casín D.O.P. Maestro Quesero está elaborado artesanalmente a partir de leche Central Lechera Asturiana recogida en las ganaderías adheridas a la Denominación de Origen Protegida del queso Casín. Es un queso de carácter especial gracias a las manos de una maestra quesera de gran renombre y reconocimiento al frente de una quesería de referencia en el sector de los quesos asturianos.
QUESERÍA DE REFERENCIA
El queso Casín D.O.P. Maestro Quesero se elabora con leche cruda de vacas de raza casina o asturiana de la montaña procedente de ganaderías Central Lechera Asturiana.
Esta leche se calienta a 35 ºC, se mezcla con el cuajo y se deja reposar. Una vez formada la cuajada, se deja desuerar en paños entre 3 y 6 días con volteos diarios.
UN SELLO ÚNICO
La pasta ya sin suero se sala y se pasa por la máquina de rabilar para después amasar y formar los denominados “gorollos”. Estas piezas reposan 2 semanas tras las cuales son moldeadas a mano para darles la característica y tradicional forma de disco del queso Casín.
Por ultimo, como en todos los quesos Casín D.O.P., las piezas son grabadas con el sello identificativo del productor. Maduran durante 2 meses en lugares bien ventilados con un 80% de humedad y una temperatura en torno a los 8ºC.
Una receta y un proceso extraordinariamente cuidado. ¿Todavía no has probado el Casín D.O.P. Maestro Quesero?
NOTA DE CATA
- Destaca el sello grabado de su superficie que identifica al productor
- Queso sin corteza y de color amarillento
- Firme y compacto
- Olor intenso que descubre notas picantes
- Sabor fuerte y rudo
- Intenso picor final y retrogusto persistente
PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS
RECETAS
CASÍN D.O.P. & SIDRA DE HIELO 1898
El Casín D.O.P. Maestro Quesero es un queso de olor intenso, sabor fuerte y rudo, con un picor final y retrogusto persistente. Por estas características organolépticas, la Sidra de Hielo 1898 se convierte en su maridaje perfecto. Una sidra elaborada a partir de manzanas congeladas de las que se obtiene un néctar con mucho azúcar y mucha acidez. Tras una lenta fermentación, esta sidra adquiere una intensidad que equilibra el potente sabor de este queso.